El baño, el cepillado del pelo y dientes, los oídos y ojos es fundamental para el aseo de los canes. A continuación te mostramos una sencilla y práctica guía de hábitos rutinarios de aseo para tu peludo.
La higiene completa de un perro implica hábitos rutinarios de aseo: el baño, el cepillado y atender a la limpieza de los dientes o de los oídos son partes fundamentales del aseo de un perro, que aseguran su salud y la de las personas con las que convive. En casa conviene incorporar una guía de higiene para perros como una parte más de la rutina de aseo del resto de familia. Para lograrlo, bastan unos sencillos consejos.
La hora del baño es una lotería. Puede que a tu mascota le encante el agua y disfrute del momento, o por el contrario que la aborrezca y se convierta en un suplicio. En cualquier caso, bañar a tu perro es fundamental para proporcionarle una higiene correcta.
Estos son algunos consejos a la hora de bañar a tu perro:
No hay que olvidar que la higiene de los oídos también es primordial. Es recomendable revisar periódicamente sus oídos. Al menos una vez a la semana especialmente en aquellos perros con orejas grandes, ya que, al no entrar aire a los conductos auditivos, la suciedad se queda incrustada. Si por el contrario tu peludo tiene orejas cortas, con dos veces al mes será suficiente.
Enrolla una gasa alrededor de tu dedo índice y suavemente arrastra la suciedad hacia afuera. Puedes ayudarte de productos limpiadores específicos que ayudan a eliminar la cera de las paredes auditivas.
Mantener el pelaje cuidado es otro de los hábitos en la limpieza e higiene para perros. No sólo lavarlo, sino cortarlo, en especial en los perros de pelo largo y fino o rizado. Los peluqueros caninos son una opción para que tu mascota sea la más guapa, admirada y aseada del parque. Sin olvidar el cepillado diario.
Cepillar el pelo de tu perro debe ser el primer hábito diario a adquirir. Los paseos, los juegos y los contaminantes presentes en el aire ensucian su pelaje. El método más sencillo para eliminar esta suciedad es el cepillado.
Pero aparte de todo esto, si te acostumbras a cepillar a tu peludo a diario, fortalecerás su pelaje y gozará de una piel más sana, a la vez que disfrutará de un masaje muy relajante. Y si encima le acaricias y le hablas durante el proceso, puedes estar seguro de que este momento se convertirá en uno de sus favoritos del día.
Tampoco podemos olvidarnos de la higiene dental, que no sólo previene el mal aliento, sino que evita también futuras dolencias bucales que pueden derivar en infecciones muy dolorosas. En el mercado existen cepillos de dientes para perros que harán tu tarea más sencilla. Un par de cepillados a la semana evitará posibles problemas dentales.
En el caso de que a tu peludo no le guste que le limpies los dientes, existen snacks especiales para la limpieza dental.
Y, por último, dentro de la limpieza para perros también encontramos sus ojos. Para eliminar las molestas legañas basta con usar gasas humedecidas en suero fisiológico y arrastrarlas suavemente. La limpieza de los ojos previene posibles infecciones como la conjuntivitis.